DESCRIPCIÓN PATOLOGíA: Estructura Metálica

Desgarro Laminar en estructuras metálicas soldadas

Es un defecto producido en estructuras soldadas como consecuencia de deformaciones en la dirección del espesor de las capas, provocadas por la retracción del material de aporte, pudiendo ocasionar una rotura frágil.

Estas deformaciones por retracción del material de aporte, pueden ser muy superiores a las del límite elástico del material base debidas a las cargas que soporta.

Al tener el material de aporte un límite elástico superior al material base, las deformaciones se producen únicamente en éste.

Por otra parte los aceros empleados, tienen una elevada ductilidad en sentido longitudinal y transversal, pero muy pequeña en sentido perpendicular a la del laminado; la combinación de estos dos factores puede producir el desgarro laminar, siendo la sección de rotura de una forma escalonada, con los tramos horizontales superiores a los verticales.

Las condiciones necesarias para que se produzca desgarro laminar son las siguientes:

a) El material base ha de ser susceptible a este fenómeno, debido a la existencia de inclusiones en la dirección del laminado.

b) Una unión muy coaccionada, provoca una gran deformación plástica en el material base cercano a la junta; estas deformaciones son mayores cuanto mayor es la coacción y el volumen del metal de aporte en la junta.

c) La posibilidad de que se produzca el desgarro laminar aumenta cuando la forma de unión permite que se produzca la retracción perpendicularmente al plano de laminación (uniones en T, en esquina y

en cruz)

La prevención del desgarro laminar se consigue con:

1. En el diseño de la estructura, reduciendo al mínimo los esfuerzos en la dirección perpendicular al plano de Laminación.

2. En el diseño de la unión, limitando la deformación plástica en las inmediaciones de la junta y evitando que la retracción se produzca perpendicularmente al plano de las inclusiones.

3. Procurando emplear aceros que tengan pocas Inclusiones.

4. En el proceso de soldadura, eligiendo un material de aportación compatible con la resistencia del material base en la dirección perpendicular a la del plano de laminación, procurando que el cordón de soldadura sea el mínimo necesario.